27 de octubre de 2013
Cámara: Canon EOS 300
Película: Agfa APX 100
Cámara: Canon EOS 300
Película: Agfa APX 100
Revelado: Ilfosol 3 (1:14) - 07' 30'' @ 23ºC
La síntesis aditiva de color implica
la mezcla de de luz de los colores primarios rojo, verde y azul, para
crear los colores aditivos secundarios cían, magenta y amarillo, y
por variación de la intensidad de estos colores primarios, el resto
del espectro.
La primera aplicación de este sistema
a la fotografía en color data de 1861 cuando el físico escocés
James Clerk Maxwell y el fotógrafo Thomas Sutton capturaron la
primera imagen a color, fotografiando sucesivamente un lazo con
estampado escocés a través de sendos filtros rojo, verde y azul.
La semana pasada, busqué algunos
filtros que pudieran servirme y realicé un primer experimento
bastante satisfactorio. Pero como ya dije entonces, un paisaje y a
contraluz no es el mejor escenario para calibrar las posibilidades
del sistema. Por ello, esta mañana he salido a continuar la
experiencia, de la cual puedo extraerlas siguientes conclusiones
apresuradas:
- La fidelidad de los colores resultantes dependen en primer lugar del color exacto del filtro que se emplee. En mi caso, el filtro rojo era de un tono excesivamente fuerte, que da como resultado un aumento exagerado del contraste y una mala reproducción de los rojos y amarillos.
- El segundo parámetro que más influye en el resultado es el ajuste de niveles en Photoshop tras el escaneado del negativo. De hecho, de aquí depende toda la colorimetría de la imagen en color. Yo, como punto de partida para posteriores ajustes, suelo ajustar la curva por arriba y por debajo y mover los medios tonos a un valor de 0,50.
- El sistema, obviamente es solo válido para imágenes absolutamente estáticas. Un ligero viento que agite las hojas de los árboles, ya es un problema, y no digamos si hay gente moviéndose durante la toma. Véase esta ampliación de la foto de la Torre del Oro.
Estas que siguen son una selección de las fotografías que realicé estas mañana. Ya sé que no son perfectas para juzgar las posibilidades de reproducción del color del sístema (tenía que haber fotografiado una carta de color, pero no se me ocurrió). Estoy convencido de que admite más y mejores correcciones en Photoshop de las que yo he sido capaz de darle, pero como muestra buenas son.
En resumen, un experimento interesante
que evidentemente no
sustituye a una buena emulsión en color, pero que en manos de
alguien con imaginación y creatividad puede ser usado para obtener
resultados curiosos y artísticos.